lunes, 8 de febrero de 2010

Edith Piaf, el Gorrión de París

Edith Piaf, glorioso ícono de Francia

Francia tiene una cultura musical trovadoresca con una gran base en la poesía lírica dramática; me gusta la emoción que transmite París, su gente parece tener el corazón en un sueño y por eso es conocida como la ciudad del eterno romance; y Edith Piaf es la más monumental leyenda de esa cultura.
Esta cantante única nunca vivió un lecho de rosas; Edith nació en plena calle debajo de una farola frente al número 72 de la calle Belleville en París, y desde entonces su vida estuvo marcada por los sinsabores y la desdicha, lo que ejerció una influencia decisiva sobre su estilo interpretativo entre lírico y desgarrado al mismo tiempo. Su verdadero nombre era Edith Giovanna Gassion y la apodaron Piaf -que significa "gorrión"- por su aspecto desvalido y su poderosa voz.

Supervivencia, Lirismo y Melancolía

La eterna musa del amor se inició en la canción en 1938 con Le fanion de la légion, éxito que la llevó a los escenarios de la rive gauche parisina. Su consagración llegó tras la Segunda Guerra Mundial ganándose la admiración del público. A partir de 1950 promocionó a Yves Montand, Charles Aznavour y Gilbert Bécaud, seguidores de la escuela que ella había creado.
La vida de Edith Piaf fue una permanente lucha por cantar y sobrevivir, pero a pesar de tener una existencia tumultuosa plagada de constantes enfermedades, todo lo hizo con pasión y debido a su extraordinaria personalidad y fuerza interpretativa sigue siendo la cantante francesa más popular de la historia.
No puedo dejar de escucharla, Edith me conmueve hasta las lágrimas, toca las fibras más sensibles del alma. En este video interpreta L´Hymne a l´amour, una de las canciones más bellas de Francia.

3 comentarios:

La Dame Masquée dijo...

Ay, madame, yo adoro a esta mujer!
Se me eriza la piel con solo escucharla. Era unica.

Feliz dia

Bisous

Unknown dijo...

Pertenece a mi tiempo. Los jovenes hoy no sabrían disfrutarla.

Daniel dijo...

Mayor mérito tomando en cuenta que tanto los franceses como los alemanes y los italianos (para miiii), fuera de la música clásica y muy honrosas excepciones, son desastrosos.

Fui demasiado categórico?