jueves, 13 de mayo de 2010

Robin Hood de las Pampas

José Eugenio "La Chiva" Vázquez fue un bandolero que aterrorizó a unos y despertó simpatías en otros en la Argentina de los años '30, su trayectoria delictiva dejó tras de sí un halo de mística que lo distinguió de otros bandoleros de su época.
Nació en 1915 en la localidad de Saladillo, un bucólico pueblito cordobés, a 150 kilómetros de Villa María, y desde allí comenzó su carrera delictiva hasta convertirse en el forajido más célebre de la región.
Sus incursiones delictivas en la provincia de Córdoba desataron una mezcla de terror y admiración de algunos pobladores y puso en jaque a la policía de la época.


Su escalada delictiva comenzó con hurtos, después con robo a mano armada, luego el asalto solitario o en banda y por último, el asesinato.
Según se cuenta, el "Chiva" empezó trabajando honestamente pero el desaliento, las injusticias y la desigualdad social lo empujaron al delito.
Comenzó eludiendo su obligación de enrolarse y se convirtió en un vago, prefiriendo una vida marginal para ganar dinero antes que convertirse en un dócil peón.
En 1936, comienza sus correrías montado a un caballo que le robó a un rico hacendado para luego robar ganado a los chacareros de la zona de Monte Maíz, ahí ya fue detenido y acusado de abigeato. Cuando lo encierran, es apaleado.
Pero de todos modos, Vázquez planea con precisión sus próximos ataques. Sabiéndose muy vigilado, emigra a Villa María donde prosiguió su vida fugitiva, a la vez que crecía la admiración de los humildes porque lo veían como a un justiciero.


Sucede que al promediar la década del '30 la ciudad de Villa María progresaba sin cesar y todo parecía ir viento en popa pero en esta ciudad intelectual, progresista y opulenta subyacía la miseria y la indigencia; esto fue un caldo de cultivo ideal para que surgieran varios delincuentes que alcanzaron fama como "Mate Cocido" o "El Pibe Cabeza", que actuaron en la Década Infame cuando, y por ejemplo, la empresa inglesa "La Forestal" tenía a sus hacheros prácticamente en estado de esclavitud.
Esta contrastante realidad social fue lo que revelaba a Vázquez que se convirtió en experto fugitivo.
Comenzó a portar una pistola .45 mm, roba ganado a mansalva y se traslada a Deán Funes a vender las cabezas de ganado al mejor postor.
La Policía, enterada de que andaba por la zona, lo detiene y le imputa además adulteración de documentos personales y robo de dinero y joyas que repartía en los lupanares donde a veces se escondía.


En el tiempo que pasó en la cárcel, refuerza sus conocimientos delictivos y organiza una temible banda armada. Cuando recupera la libertad, y con sólo 25 años de edad, regresa a la vida marginal más frío y aplomado, aumenta la ferocidad y junto con los otros compinches comienzan a hacer estragos entre los ganaderos de la zona. El Chiva no dudaba en apretar el gatillo cada vez que lo creía necesario y siempre huía burlando a los policías.
Entretanto, continuaba distribuyendo lo robado entre los habitantes humildes y ellos, a cambio, lo resguardaban de la justicia.
En 1944, mata al hijo de un hacendado y la Cámara del Crimen de Belle Ville le impuso 12 años de prisión. Vázquez una vez más se escapa y se esconde en los montes de Yucat conviviendo por un tiempo con las alimañas y allí ejercita su puntería.


Pasado cierto tiempo comenzó a asolar la zona saqueando a acopiadores de cereales y chacareros. Mientras, la Policía tuvo que urdir un plan más cuidadoso ya que Vázquez y sus secuaces parecían no temerle a nada y se enfrentaban a las balas policiales con gran valentía, y la suerte parecía seguir del lado del Chiva.
En el año '48 las cosechas fueron importantísimas, y nuestro bandido se enteró por dónde pasaría el tren que transportaba todo el dinero pero, intuitivo, sospechó que lo podían estar esperando y se tomó un taxi alejándose del lugar, pero le robaron los pocos pesos que tenía encima el chofer, lo maniataron y lo dejaron tirado llevándose el auto.
La situación ya no daba para más, el miedo crecía, la policía se sentía muy burlada y arreciaban las críticas. Entonces urden un plan muy cuidadosamente y sin dejar ningún detalle librado al azar. El día asignado para la razzia hasta se tuvo la precaución de dejar a los chicos en la escuela hasta nueva orden.

 

Empieza a cambiar la suerte del Chiva. Sus secuaces cayeron en sendos operativos; el comisario y un batallón de policías armados hasta los dientes con toda clase de armas largas entran en una humilde casilla y, al dar la voz de alto, Vázquez huye desesperadamente, salta tapias y alambrados pero en el último obstáculo recibe una descarga de plomo, cae, se reincorpora, le vuelven a disparar y ahora sí, cae para siempre.
De esa manera terminó la agitada vida y carrera delictiva del mítico bandolero, considerado en su momento como el Enemigo Público N° 1.
Esta secuencia de hechos, más una buena dosis de ficción, es reflejada en el telefilme "La Chiva"; película rodada íntegramente en escenarios naturales en el año 2001 con la perspectiva del joven guionista y director Martín Olivero, y con la actuación de Lorenzo Quinteros.

11 comentarios:

Patricia dijo...

uufff!!!! una vez más la realidad superando a la ficción, qué otros detalles ficticios se le pudo agregar?!! qué personaje!
un besote.

martinealison dijo...

Hi Carolina!
Grrrrrr le serveur ne veut pas travailler aujourd'hui!!! impossible de traduire... Je reviendrai plus tard... Bises

La Dame Masquée dijo...

Madame, estos antiguos bandoleros tienen algo de romantico. No conocia la historia de este, que me recuerda un poco a Luis Candelas. Solo que Luis Candelas nunca mató a nadie, él solo robaba. Una vez le dedique una entrada.

Feliz viernes, madame

Bisous

Carmen dijo...

¡Vaya con el bandido!. Una historia muy interesante que me hace recordar a los míticos bandoleros andaluces.

¡Feliz fin de semana!

Un abrazo

ILUSION dijo...

Hola Carolina,,,,,que gusto leer este interesante reportaje de el "Chiva",,,,,
Besitos y lindo finde....

Carolina dijo...

Hola Carolina,
Muy interesante, vaya cosas que se pierden en la historia...!
ahhh, la historia, en el fondo vivimos exactamente lo mismo, pero con más tecnología...
Un gran abrazo,
Carolina

Daniel dijo...

Sentado entre maderas,
y las flores caen,
el humo del tabaco,
y la cruz de los barcos.
Si las luces de este pueblo,
te preguntan como he muerto,
deciles que no sabes.

luther blues dijo...

En 1944 asesina al hijo de alguien y solo le dan 12 años ,parece que no cambio en nada nuestras benditas leyes ,lo que si fue mutando "Las Chivas " que vinieron despues amiga .
Estupenda entrada de este desconocido bandolero para mi .
Un abrazo y a cuidarce de la gripe que viene pesada y esta haciendo estragos en mi jeje
Besos

Agustín Molina dijo...

No lo conocía al Chiva, ni la película... que tendré que buscar.
León Gieco les dedicó una hermosa canción, por si no la conoce "Bandidos Rurales"...

Daniel dijo...

Ay Carolina:

Siguiendo con Becquer, "Mi vida es un erial, flor que toco se deshoja..."

alejandro dijo...

Mi padre conoció a la Chiva Vazquez, y no tenía nada de romántico.. en aquella época existían muchos personajes parecidos a este.. tenía una mujer, a la que visitaba en Vila María.. Ella vivía en la actual Avenida, o Boulevard Vélez Sarfield..