martes, 29 de marzo de 2011

La Noche Imposible

Cada noche al disponernos a dormir nos sumergimos al mundo del inconsciente. Perdemos la conciencia, la motricidad y disminuimos ciertas funciones, se supone que vamos a descansar; pero en ocasiones es justamente en ese momento de reposo y descarga emotiva cuando algunas personas y por diferentes motivos podemos sufrir insomnio, sonambulismo y hasta hablar. Hasta aquí, trastornos bastante comunes, pero existen otros desórdenes más extravagantes -y hasta se podría decir bizarros-, que se pueden sufrir al momento de entregarnos a los brazos de Morfeo.
Hasta ahora son seis los conocidos.

Insomnio Familiar Fatal
Se trata de una patología genética que causa un insomnio prolongado y puede tener derivaciones graves como la pérdida de energía, demencia y desmejoramiento general total.

Terror Nocturno
No se trata de lo que conocemos como habitual pesadilla, las personas que sufren este trastorno gritan, lloran, sufren taquicardia, sudoración y hasta pueden llegar a correr por la casa despavoridas, pero cuando despiertan no recuerdan nada.

Sexomanía
Estas personas tienen sexo mientras están sonámbulas, pudiendo incluir a su compañero o masturbándose. Ya imagino las sonrisas, pero de verdad, este trastorno fue reconocido en 2003 y se convirtió en un atenuante en juicios por casos de violencia sexual en Inglaterra.

Parálisis del Sueño
Este trastorno mantiene a la persona paralizada durante los primeros minutos de su vigilia, o sea cuando ya está despierta. En algunos casos tampoco puede hablar, pero lo bueno es que el desagradable estado dura poco.

Narcolepsia
Es una tendencia irresistible al sueño, en forma de accesos de breve duración. Son como ataques de sueño.

Trastornos del Comportamiento
Comúnmente en la fase de sueño REM se mueven mucho los ojos y se pueden tener sueños muy agitados, pero brazos y piernas permanecen quietos porque los músculos están casi paralizados; sin embargo quien padece este trastorno se mueve como si estuviera viviendo su sueño.

Espero que este posteo no los haya desvelado. Que pasen buenas noches.

jueves, 24 de marzo de 2011

El Palacio de Versalles

El Palacio de Versalles

Está emplazado a escasos kilómetros del suroeste de París y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979.
En el siglo XVIII, Francia era uno de los países más poderosos de Europa y Su Majestad Luis XIV, poseía una gran cultura estética, sentía un gran amor al fasto y a la elegancia, a las nobles maneras, al lujo exquisito, a los objetos, a los espejos, a los objetos preciosos, a los perfumes... amor que fue inculcado por su admirado Mazarino; por eso El Rey Sol decidió insertar en su programa político la ostentación y la magnificencia y para ello se sirvió -como ningún otro monarca europeo- de las artes.
En 1624, su padre el rey Luis XIII compró unos terrenos cercanos a París para construir un pabellón de caza. Este primer palacio de ladrillo fue el núcleo del actual Versalles, que más tarde Luis XIV mandó erigir y se convirtió en una fastuosa residencia real que ejemplifica el lujo y refinamiento de la corte del Rey Sol y sus sucesores. En 1677 el rey decidió que la corte se trasladara con él a las afueras, la orden fue que cada sector debía ser una obra de arte acorde a su dignidad y para las futuras generaciones. Las obras para lograr tan fastuosa mansión duraron treinta años y costó el trabajo y esfuerzo encarnizado de decenas de miles de obreros.
El viejo edificio nuclear se reservó para los aposentos de Luis XIV, con el dormitorio real en el centro, exactamente en el eje este-oeste, porque el programa diario del monarca se desarrollaba de acuerdo con el curso del Sol:




Los aposentos de la reina María Teresa se ubicaban al sur:



En el norte como salas de representación, los Grands Appartements, se celebraban las ceremonias oficiales y las recepciones, entre ellas la Sala de Guardias, la Antecámara del Gran Cubierto y el Salón de Nobles:




El Salón de los Espejos es de máximo refinamiento artístico, se construyó en 1678 y se destinó para ceremonias y banquetes. Luis XIV encargó a Charles Le Brun, pintor de cámara, treinta composiciones para adornar los techos. Hay profusión de mármoles y dorados y las estatuas de estilo clásico, representan al Rey Sol que figura como un emperador romano:



El Salón de Venus también está decorado con estatuas de estilo clásico y los pisos tienen detalles de mármoles de varios colores:


El Salón de la Guerra forma parte de los salones de Estado y resalta la figura del rey vencedor de países rivales. Entre otros motivos bélicos se destacan los relieves que representan figuras ecuestres de Luis XIV:




El Trianón es un pequeño palacio situado al oeste de las edificaciones principales, fue construido en 1678 y los reyes lo usaban como residencia opcional para evitar la rigidez del protocolo y tener intimidad -en vísperas de la revolución de 1789, el palacio tenía 15.000 miembros de personal-:


La Capilla fue erigida entre 1689 y 1710 y consagrada a San Luis, Rey de Francia y siguiendo la tradición de las capillas palaciegas, la tribuna central del primer piso está destinada al rey.
La capilla reune los estilos gótico, clásico y barroco y rehuye toda austeridad:



La Opera Real fue finalizada en 1770 para ser uno de los escenarios principales de las celebraciones con motivo de la boda de Luis XVI y María Antonieta. Está decorado con exquisitez y lujosísimas arañas de cristal:


Versalles era el símbolo del poder real y representó el punto culminante de la arquitectura palacial europea. La corte de Luis XIV era como un espejo del cosmos donde el monarca era dios, por eso el rey concibió su palacio en función de esta idea y cada espacio de Versalles coincidía con esta interpretación.
Desde el dormitorio del monarca que era a la vez lugar de culto y centro de poder hasta la sucesión de las habitaciones o su grado de accesibilidad participaban de este ceremonial: cuanto más ascendía un cortesano en la consideración del rey, más autorizado estaba a penetrar en el interior del palacio. Y tan importante como el palacio era el parque que garantizaba un escenario ideal para fiestas deslumbrantes.
Diseñados por el jardinero real André Le Nôtre y el propio Luis XIV, en los jardines abundan bosquecitos, fuentes inagotables, esculturas, estanques, caminitos intrincados, glorietas y las avenidas se abren en forma de rayos de sol. Tampoco faltaba un zoo, una cueva artificial y un invernadero especialmente construido para resguardar a los naranjos del frío del invierno y mil detalles de pura poesía. La mayor parte de las estatuas que adornan el eje central de los jardines ilustran la historia del dios Apolo, la divinidad predilecta de Luis XIV. Las flores de los jardines se replantaban hasta tres veces por día. Durante años, las favoritas fueron los tulipanes: se importaron casi un millón de bulbos por año desde Holanda.







El Palacio de Versalles que fue concebido como residencia real por Luis XIV fue sede del gobierno durante más de cien años, hoy es uno de los principales monumentos de Francia. Aquí se desarrollaron momentos cruciales de la historia del país, el palacio fue sede de pactos que cambiaron la historia, como los Tratados de Versalles entre los que se destacan el de 1783 -independencia de las colonias inglesas en América- y el de 1919 donde se firmaron los tratados de paz que pusieron término a la Primera Guerra Mundial.
Deseo les haya agradado este virtual paseo por Palacio, obra maestra del clasicismo francés que alberga los recuerdos de los mejores siglos de la historia de Francia.

lunes, 21 de marzo de 2011

Luis XIV, El Rey Sol

Su Ilustrísima Majestad, el Rey Sol

Entre los siglos XVII y XVIII, se impuso en las monarquías de Europa occidental una nueva forma de gobierno: el Absolutismo. Este sistema es uno de los períodos más interesantes de la historia ya que hubo grandes cambios políticos, sociales, económicos, culturales y religiosos que marcaron profundamente la evolución de los siglos siguientes.
En el absolutismo, la soberanía nacional se confunde con la del monarca. El rey todo lo puede porque su poder deriva de Dios y, por lo tanto sólo a él debe rendir cuentas. Sin embargo, esto no significa para nada sumisión a las jerarquías religiosas.
Así es que convencido de que su poder provenía de Dios, Luis XIV llevó el absolutismo a su máxima expresión, idea que se refleja en la célebre frase que se le atribuye: "El Estado soy Yo".
Durante su largo reinado Francia alcanzó gran esplendor político y cultural. Saint-Simon describe así a "El Rey Sol", "Su corpulencia, su gallardía, la belleza y el aspecto majestuoso que después la sustituyó, incluso el timbre de su voz, el porte y la gracia natural de su persona lo distinguían entre los demás hombres."
Luis XIV - el hombre que creía que el mundo giraba a su alrededor- fue rey de Francia de 1643 a 1715, nació en Saint-Germain-en-Laye el 5-IX-1638 y falleció en Versalles el 1°-IX-1715. A la muerte de su padre, Luis XIII en 1643, Luis se convirtió en rey con cinco años, bajo la regencia de su madre Ana de Austria y del Cardenal Mazarino quien gobernó Francia con más autoridad que su antecesor. El niño Luis fue educado por el cardenal quien le inculcó desconfiar de todos, estimar a poca gente, no emocionarse por nada y preservar su corazón de todo sentimiento excesivo.
En 1648, los nobles y el Parlamento de París se aliaron contra el poder de Mazarino (Guerra de la Fronda) obligando a la familia real a llevar una existencia errante que forjó el carácter del monarca y su determinación de imponer su autoridad sobre las demás fuerzas del reino.
En 1654, Luis XIV fue consagrado en Reims, tenía casi dieciseis años y pronto revelaría el implacable jefe que iba a ser. Asumió sus deberes militares en la fase final de la guerra contra España y, siguiendo las directrices de Mazarino, la paz con España se selló en los Pirineos mediante el matrimonio de Luis XIV con la infanta Maria Teresa de Austria, hija de Felipe IV, el 9 de junio de 1660, en unos esponsales dignos de un cuento de hadas.
En 1661, muere Mazarino y Luis XIV sorprendió a la corte con su decisión de ejercer personalmente el poder. Se esforzó por controlar todas las actividades de gobierno, desde la etiqueta cortesana hasta las reformas económicas o las disputas teológicas. Para lograr esto se rodeó de un grupo de eficaces ministros de la burguesía porque eran más dóciles que los nobles. Apartada la alta aristocracia del poder, Luis XIV tuvo a su más significativo representante en Jean-Baptiste Colbert que dirigió las finanzas, la economía y fue Ministro de Marina. Durante su gestión Francia se convirtió en una potencia marítima y militar. Gracias a su labor, Luis XIV pudo disponer de presupuestos equilibrados con medidas que aportaron grandes ingresos a la corona.
La nobleza tomó conciencia de su pérdida de influencia política y contempló con rencor y envidia el ascenso de los consejeros burgueses del rey, pero la aristocracia -que antes había sido fuente de constantes rebeliones- fue "domesticada" atrayéndola a la corte.
Allá fueron los aristócratas en busca de pensiones y honores por lo que acabaron dependiendo del rey para mantener su nivel de vida y se volvieron muy dóciles. Isabel Carlota de Baviera, cuñada de Luis XIV contó que "cuando el rey quería, era el hombre más agradable y amable del mundo. (...) Sin ser perfecto, nuestro rey tenía grandes y bellas cualidades y no mereció ser tan difamado y despreciado por sus súbditos a su muerte. Mientras vivió, le adularon hasta la idolatría".
Es que Luis XIV, como centro del universo, daba valor infinito cuando lo quisiese, a lo que no valía nada y así planificaba cada minuto de su vida, sin posibilidad de contradicción alguna, y los cortesanos competían por agradarle y servirlo en todo momento. Además el rey gozaba de una salud de hierro y gran capacidad de trabajo, pero tras su solemnidad y pompa se ocultaba una licenciosa vida privada.
Con su esposa María Teresa, a pesar de numerosos partos, sólo tuvo un niño. Con su amante la señorita de La Vallière, tuvo tres hijos y de la señora de Montespan, tuvo siete. Pero volvamos a su acción política. El soberano protegió las artes que ensalzaron su gloria y también dio honores a arquitectos y escultores. El nuevo y fastuoso palacio de Versalles fue la culminación de esa política. En 1682 se alejó de la insalubridad y las intrigas de París, la corte se trasladó a Versalles, donde pudo manejar mejor a la nobleza. Versalles fue el escenario perfecto para el despliegue de pompa y para la sacralización del soberano.
Todos estos gastos fueron posibles gracias a las reformas económicas promovidas por Colbert. Durante su reinado, se estructuró todo el aparato legislativo y administrativo para lo que se recurrió a la presión fiscal. Se llevó a cabo la construcción del ejército, que llegó a ser uno de los más poderosos de Europa, y se emprendieron toda una serie de guerras para acabar con el poderío de los Habsburgo (Guerra de Devolución 1667-1668, Guerra de Holanda 1672-1678).
Los años 1679-1689 fueron los de su apogeo. Todopoderoso y triunfante se instala en Versalles y se hace nombrar Vicedios por el obispo Godeau en una ceremonia de belleza y fasto inauditos; en 1683 enviudó y en 1684 contrajo matrimonio secreto con la señora de Maintenon. Lo más destacable de este período fue la oposición al papa Inocencio XI, el bombardeo de Argel, creación de la milicia, rivalidad comercial con Gran Bretaña y Países Bajos y las pretensiones francesas al Palatinado.
El año 1682 marcó el auge del reinado de Luis XIV pero poco después empezó la decadencia. Las continuas guerras y el progresivo agotamiento del país provocaron la ruina de las pretensiones francesas.
En la paz de Rijswijck (1697) Luis XIV tuvo que renunciar a gran parte de sus adquisiciones además de reconocer como rey de Inglaterra al odiado Guillermo III de Orange, al que ya se había enfrentado en la invasión de Holanda. También tuvo que doblegarse ante Roma y abolir los cuatro artículos que proclamaban la independencia del poder real respecto al Papa.
En el este de Europa, la situación tampoco jugaba a favor de Francia y una encuesta de 1698 reveló el estado de postración económica del reino.
Luis XIV intentó restaurar las finanzas y se rodeó de un nuevo grupo de colaboradores menos brillantes que sus predecesores. Se decide emprender una nueva campaña exterior. La situación europea repercutía en las colonias francesas de América del Norte, particularmente en Canadá, en el sector atlántico, a lo largo del río San Lorenzo, que era disputaba con Inglaterra desde 1684.
Finalmente, el agotamiento general de los contendientes permitieron a Francia alcanzar una paz honrosa en Utrecht en 1713.
Algo más hacia el sur de América, desde los Grandes Lagos hasta el Golfo de México, Francia procuraba colonizar la Luisiana, asi denominada en honor de Luis XIV, pero tuvieron muchas dificultades por las rebeliones indígenas y con los españoles e ingleses que ambicionaban controlar esas tierras.
La Guerra de Sucesión Española (1701-1715) fue otro nuevo conflicto europeo.
Los esfuerzos exigidos fueron fatales para Francia -que además estaba por perder todos los territorios ganados en la centuria anterior-. Las persecuciones religiosas llevaron al exilio a centenares de miles de personas y las rebeliones fueron continuas en los últimos años del reinado de Luis XIV, en especial en el sur, donde seguían vivas las tendencias secesionistas.
Retirado en Versalles, rodeado de enemigos, privado de sus herederos directos, Luis XIV intentó asegurar la sucesión para su hijo ilegítimo, el duque del Maine. Pero a su muerte en 1715, su sobrino el duque de Orleans logró que el Parlamento de París anulara el testamento y actuó como regente de Luis XV, el enfermizo bisnieto del Rey Sol.
La muerte del monarca que llevó a Francia a su máximo esplendor fue motivo de alivio general, como si se abriese una nueva etapa; sin embargo el balance de su reinado es incomparable porque si bien dejó un rencor tenaz de los países asolados, bancarrota financiera, apuros económicos, persecución de protestantes y de los jansenitas y los fundamentos de la monarquía quebrantados también es cierto que Luis XIV reforzó las fronteras, libró al país de las guerras civiles, sometió a la nobleza revoltosa e hizo de Francia, una nación aún tosca en ese momento, el modelo del Occidente civilizado.

jueves, 17 de marzo de 2011

San Patricio, el Apóstol de los Irlandeses

San Patricio, Patrono de Irlanda

La infaltable cerveza, un multitudinario desfile y una escenografía pintada de verde recrean cada 17 de marzo el Día de San Patricio, patrono de Irlanda, de los irlandeses y de sus descendientes dispersos por el mundo ya que se le atribuye a este santo haber extendido el cristianismo en ese país en el siglo V.
San Patricio nació en una fecha indeterminada entre los años 372 y 385, en Escocia. Hijo de un oficial romano, a los 16 años fue secuestrado por piratas irlandeses que lo llevaron a su tierra y lo vendieron como esclavo. Después de seis años, en los que trabajó como pastor de ovejas, pudo escapar y llegó a Italia, donde se ordenó sacerdote y aprendió a evangelizar. Fue esa la tarea que desarrolló en Irlanda, donde en el año 432 fue nombrado obispo. Dicen que echó a las serpientes de Irlanda, leyenda que cobra sentido al recordar que la serpiente simboliza al paganismo. San Patricio, fue el responsable de la conversión al catolicismo del pueblo irlandés respetando las tradiciones y costumbres de sus habitantes. La isla en esos tiempos se encontraba dividida en numerosos clanes sometidos a la poderosa autoridad de los druidas pero, a través de su apostolado, los pueblos celtas terminaron convirtiéndose al cristianismo. De sus escritos deriva el uso del trébol de tres hojas como metáfora para explicar el concepto de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) por eso el trébol es uno de los íconos de Irlanda. Pero además aseguran que San Patricio fue el que enseñó a la gente a destilar.
Tampoco se sabe con exactitud cuál fue la fecha de su muerte pero hay quienes afirman que fue el 17 de marzo de 493, fecha que quedó elegida como el día del santo y en Irlanda -el país de los tréboles, los gnomos, las hadas y los duendes- desde el año 1600 se convirtió en una fiesta religiosa.
El primer desfile de San Patricio se hizo en Boston, Estados Unidos, donde el 18 de marzo de 1737 marcharon los inmigrantes irlandeses.
En 1762, en Nueva York hubo una marcha de soldados irlandeses del Ejército Británico y en 1766 en esa ciudad empezó a festejarse el Día de San Patricio. Pero en 1996 Irlanda comenzó a utilizar la festividad religiosa como una campaña publicitaria internacional para dar a conocer su país y su cultura. El primer festival del Apóstol de Irlanda se realizó en Dublín el 17 de marzo de 1996 y fue tan exitoso, que hoy consiste en una gran celebración que se replica por distintos lugares del mundo y, por supuesto, en Argentina también donde hay una colectividad irlandesa estimada en 300.000 personas y lo celebra bebiendo copiosas cantidades de cerveza.

lunes, 14 de marzo de 2011

Landrú, un Asesino Encantador

Henri Désiré Landrú 
(1869-1922)

A pesar de su simpático apellido, Landrú fue un temible asesino serial francés, también conocido como el "Barba Azul de Gambais".
Cuenta la leyenda que llegó a matar a unas 300 mujeres y el modo era siempre el mismo, las seducía, les sacaba dinero, las mataba, las descuartizaba y las quemaba en el horno de su casa de campo. Pero repasemos un poco su increíble historia.
Landrú nació en una familia muy modesta, su padre era fogonero y su madre costurera y aunque era un buen estudiante, con el tiempo su ambición lo fue haciendo sentir cada vez más incómodo con su situación económica y social; para colmo a los 20 años fue forzado a casarse con su prima hermana Marie Reny porque ella estaba embarazada y con la que después tuvo tres hijos más.
Landrú empezó a trabajar como vigilador de garages, sin embargo, cada vez se le hacía más difícil imaginar su vida eternamente en ese puesto o haciendo trabajos temporarios porque él pretendía prosperar. Y es así como empieza con pequeñas estafas que lo llevan a la cárcel en tres oportunidades.
Su padre, terriblemente avergonzado, desilusionado y deprimido, se ahorcó. Pero este horrible drama no impactó demasiado en Landrú, por el contrario, en la cárcel empezó a pensar técnicas más sofisticadas para estafar.
Y una tarde de 1909 comenzó todo: Landrú acude a un aviso que publicó en el diario Madame Izoret, viuda y ofreciendo su patrimonio a cambio de compañía masculina, con falsas promesas nuestro galán se queda con 20.000 francos; Madame Izoret lo denuncia y va nuevamente preso, detenido, Landrú reflexiona que en realidad debería matarlas para que no lo molesten más. 
En 1914, con escasez de pruebas y con el revuelo de la declaración de la Gran Guerra se escapa. Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, diariamente se producían muchas bajas y aumentaba el número de viudas desconsoladas, un momento perfecto para el ambicioso impostor.
Ya con una idea más acabada de cómo debía actuar, publica en Le Journal: "Viudo, dos hijos, cuarenta y tres años, solvente, afectuoso, serio y en ascenso social desea conocer a viuda con deseos matrimoniales". Éxito total, cientos de mujeres contestaron su aviso.
Entonces fabricó una lista con los nombres de las posibles víctimas en una libreta con tapas negras; a aquellas mujeres que no tenían nada les ponía las iniciales S.F. (Sin Fortuna) pero a las que podía sacarles algo las clasificaba cuidadosamente y les respondía para obtener más información.
Una vez concertada la cita, Landrú se presentaba como el perfecto caballero, siempre pulcramente vestido, con modales refinados y encantadoramente gentil seducía a las pobres mujeres vulnerables.
Para que todo pareciera real alquiló un departamento en el pintoresco barrio de Vernouillet, se hacía llamar Raymond Diard y decía que era Inspector de Correos. Así engatuzó a Jeanne Cuchet, quien tenía un hijo de 17 años, cuando empezaron a sospechar de su promesa de matrimonio, madre e hijo desaparecieron para siempre.
Es que nuestro encantador -pero temperamental- caballero los descuartizó y los incineró.
Ya más práctico y con mayor experiencia, alquiló una casa de campo y allí empezaron a llegar las jóvenes creyendo tocar el cielo con las manos junto a tan exquisito amante, tal el caso de Madame Laborde-Line; esta vez Landrú se hizo pasar por Dupont, empleado del servicio secreto, a ella le quitó todos sus ahorros y la quemó en la casa parisina.
Landrú empezaba a disfrutar de su nueva fortuna tranquilo porque no dejaba ningún rastro aunque se sentía un poco molesto porque tenía que darle explicaciones al casero y a su mujer que le llamaban la atención tantas idas y venidas, entonces lo pensó mejor y se alquiló una casona en la localidad de Gambais, a la que llamó "Ermitage", por supuesto: con un gran horno.
Siempre siguiendo su personal método, cambiaba de nombre y de ocupación mientras ilusionaba a las incautas viudas quienes -locas de amor- le entregaban su dinero para hacer "inversiones".
Una vez que le cedían todo las incineraba y volvía a su casa colmado de regalos; su esposa e hijos lo adoraban. Pero, siempre hay un pero, cuando termina la guerra, la suerte del gran simulador comienza a desvanecerse. Los familiares empiezan a buscar a sus parientes desaparecidos, tal el caso de Madame Collomb, que envió una carta al alcalde de Gambais, solicitando cualquier tipo de información sobre su pariente, a la que se había visto en ese pueblo en compañía de un tal Dupont.
También la hermana de Madame Buisson acudió a la policía cuando se cruzó con el "pretendiente" de su hermana desaparecida comprando obras de arte en una tienda de Rue Rivoli. La policía interrogó al comerciante y encontró que Désiré, había dejado su tarjeta "Lucien Guillet, 76, Rue Rochechouart". Ya pisándole los talones, allí se dirigieron para detener al asesino cuando estaba en compañía de su nueva "amante", la actriz Fernande Segret.
Una vez en la Prefectura se pudo conocer la auténtica identidad del asesino gracias a una agenda. En ella, también se pudieron encontrar once nombres, cuatro de ellos coincidían con desapariciones ya constatadas y donde también tenía meticulosamente anotados los precios de los boletos de ferrocarril de París a Gambais.
Los gendarmes fueron a Gambais, revisaron todo y allí pudieron encontrar 295 huesos humanos semicarbonizados, un kilo y medio de cenizas y 47 piezas dentales de oro que Landrú guardaba en un cajón. Poco después, se pudo confirmar que el psicópata había vendido ropas, muebles y efectos personales de sus víctimas.
El juicio de Landrú duró unos dos años y fue uno de los más sonados de París pero aunque reconoció haberlas engañado, jamás confesó los asesinatos.
Aunque parezca increíble, en la cárcel le llegaban muchas propuestas de matrimonio de admiradoras. Al final, el 30 de noviembre de 1921 sólo fue condenado por once asesinatos probados, aunque la policía calculó que asesinó entre 117 y 300 mujeres. Él sólo dijo: "En fin, no es la primera vez que condenan a un inocente".
El 25 de febrero de 1922, Landrú fue guillotinado en la cárcel de Versalles. En 1963, se descubrió por casualidad una carta de su puño y letra en la que reconocía ser el autor de los crímenes.

Landrú es detenido

viernes, 11 de marzo de 2011

Clases de Numchaku

Después de mucho meditarlo, finalmente me decidí. Empecé mis siempre postergadas clases de defensa personal; y como la seguridad es primero contraté como personal trainer a un émulo de Bruce Lee. Se los presento.


Jajaja!   XDD!!!

lunes, 7 de marzo de 2011

La Torre de Londres

La Torre de Londres

Es una antigua ciudadela y prisión del Estado ubicada junto al río Támesis.
Guillermo el Conquistador ordenó edificarla en 1076 como palacio real, fortaleza y prisión del reino. Sin embargo, la Torre de Londres, al igual que la Bastilla francesa simbolizó la represión ejercida por las monarquías medievales y tiene un gran historial de torturas y ejecuciones. Allí sufrieron cautiverio ciudadanos, rivales políticos y nobles -incluso Isabel I- y fueron ajusticiados miles de civiles y notables. En el siglo XV fueron asesinados en la torre el rey Enrique VI y los príncipes Eduardo V y su hermano Ricardo.
En el siglo XVI fueron ejecutados Thomas Cromwell, Tomás Moro, Ana Bolena, Catalina Howard, Lady Jane Grey y se asesinó masivamente a protestantes.
El siglo XVII alcanzó especial virulencia. Hubo una oleada represiva contra rivales políticos, irlandeses y "traidores" y fueron ejecutados Walter Raleigh, William Laud y el conde de Strafford. Durante el siglo XVIII fueron ejecutados numerosos escoceses acusados de deserción y en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial se ejecutó a espías, la última fue en 1941 .
En la actualidad la torre de historia siniestra constituye el orgullo de la Corona Británica, allí se atesoran espléndidas colecciones de joyas y armas, se realizan toda clase de exposiciones y es un popular centro turístico.
La torre está custodiada por guardianes llamados Alabarderos que guían y entretienen a los turistas, popularmente reciben el curioso nombre de Beefeaters - carnívoros- porque antaño cobraban su salario en piezas de carne, lo que era un privilegio para los londinenses de la época; y visten trajes que datan de la dinastía Tudor.

Alabarderos o "Beefeaters"

Aunque ningún soberano vive en la torre desde hace mucho tiempo, allí viven permanentemente unos famosos cuervos. Estos pájaros negros, han estado allí por varios siglos. Una antigua leyenda cuenta que Gran Bretaña nunca será invadida mientras esos cuervos permanezcan en la torre; es por esta razón que ellos pueden andar por ahí sin problemas y son muy bien alimentados. Seis de los simpáticos pajarillos viven en la torre permanentemente y han sido bautizados: se llaman Gwyllum, Thor, Branwen, Hugine, Munin y Baldrick. Poseen guardias propios que los cuidan y recortan sus alas para que no levanten vuelo y cuando uno de ellos muere, es reemplazado por otro salvaje. Y hasta tienen su propio cementerio.

Cuervos en la Torre de Londres

martes, 1 de marzo de 2011

El Comic, y esos Superhéroes que Amábamos de Pequeños

El comic o historieta es un relato en imágenes publicado en la prensa, en fascículos o en álbumes. Puede presentarse en forma de un relato completo en un solo cuaderno, o en episodios o tiras de unas pocas viñetas que aparecen en diarios o revistas. Para asignar a cada personaje sus pensamientos o una parte del diálogo, se sitúa a su alrededor o por encima de él una especie de globo con un apéndice señalador dirigido al personaje a quien se atribuye la intervención. Si en cambio el apéndice toma la forma de burbujas en hilera, debe interpretarse que el personaje piensa, imagina o sueña. La "burbuja parlante" puede ser ovalada, rectangular, redonda o puede mostrar sus bordes dentados, para representar la ira con que se expresa el discurso.


El texto de su interior reproduce ideas, sentimientos, sueños o diálogos. Determinados signos como culebras y rayos, nubes, bombitas eléctricas y el tamaño de las letras sirven para expresar diversos contenidos ideológicos. 
Admite sonidos inarticulados como "zzzz" para expresar el sueño o "puaj" para indicar repugnancia. En el caso de que el narrador se vea obligado a intervenir sus textos -ajenos al diálogo- se inscriben en unos apartados rectangulares, por lo general en uno de los márgenes de la viñeta, denominados cartelas. Además el dibujante de comics está condicionado por la economía narrativa. Debe condensar los textos pero hacer lo más expresiva posible la ilustración y con frecuencia, para potenciar una rápida comprensión, se recurre a estereotipos sociales. Algunas convenciones son válidas incluso si no corresponden a la realidad actual, por ejemplo representar a los presos con trajes de rayas y una bola negra sujeta al tobillo con una argolla.
En la búsqueda de expresividad tienen gran relevancia los decorados, el vestuario y los gestos. Así por ejemplo la posición de las cejas puede indicar desde enfado hasta asombro; la nariz coloreada indica embriaguez o frío; la parte inferior del rostro coloreada de gris como si fuera una incipiente barba, indica desaliño o mal aspecto.
El género de la historieta se remonta a los dibujos del suizo R. Toepffer (1827), publicados diez años más tarde. La primera inclusión de globos se produjo en 1896, con The Yellow Kid.


En Europa, el comic fue considerado durante mucho tiempo como un género destinado exclusivamente a un público infantil y hubo que esperar al final de la II Guerra Mundial para que se dirigiera a un público adulto.
En los Estados Unidos, en cambio, este hecho se dio mucho antes, por lo que el género obtuvo mayor difusión y el comic estadounidense penetró en el ámbito europeo.
La temática del comic es muy diversa.
Iniciado como una historieta cómica, de donde viene su nombre, fue incorporando elementos como la crítica social, Li'l Abner (1934), el humor absurdo, Krazy Kat (1910), el onirismo, Little Nemo in Slumberland (1905), o lo grotesco, Popeye (1929).
Con la aparición de Tarzán (1929) el comic adoptó una nueva orientación: la aventura más o menos realista.


Sobre esta base aparecieron El Hombre Enmascarado, Flash Gordon, Dick Tracy, Merlín el Mago que aportó lo maravilloso y lo fantástico y fue el origen de Superman que tiene dones extraordinarios y una virtud esencial: la defensa a ultranza del modo de vida norteamericano frente a cualquier clase de enemigo.


También aparece Batman y otros semejantes, como El Capitán América cuyos poderes se consagran a la lucha contra el enemigo nazi.
En el período de guerras frecuentemente se aprovecha el comic para fines propagandísticos.



Y no puede faltar el gran sueño de Walt Disney: sus adorables personajes de El Ratón Mickey, El Pato Donald, Goofy & friends.



En algunos países europeos se dieron reacciones contrarias a la prepotencia de los superhéroes, y a raíz de ello aparecen personajes como Tintín.


Ya en la segunda mitad del siglo XX nacen  personajes que revalorizan el género. Pequeños filósofos como la argentina Mafalda o Carlitos y Snoopy (Peanuts) reflejan de forma sutil e irónica inquietudes del ciudadano medio.


También se hacen muy populares las series de Asterix, Lucky Lucke, los mellizos Zipi y Zape, Los Pitufos, Mortadelo y Filemón y muchos más.


Asimismo surgieron historietas ilustradas con carga erótica evidente que revolucionaron el género, tales como Barbarella y Jodelle.


Y surge una modalidad nueva: la fotonovela, peculiaridad que consiste en, precisamente, fotos con modelos y actores posando para la historia. Una de ellas era la version argentina de Kiling, así, con una sola "l".


En los últimos años ha adquirido especial importancia el comic japonés, llamado manga que hace furor y se exporta a todo el mundo.


Ya nombré a la muy querida Mafalda pero en el terreno del comic en Argentina hay mucha variedad,  desde el noble e inocente Cacique Patoruzú, el incorregible playboy Isidoro Cañones, El Hada Patricia, Calculín, La Vaca Aurora, Anteojito y Antifaz, Hijitus, Petete, Trapito, El Patriarca de los Pájaros, Pelopincho y Cachirula, etcétera, etcétera, etcétera ...







Hasta las antológicas El Tony, D'Artagnan; el guerrero y sabio Nippur de Lagash, Intervalo -más bien dirigida al público femenino-, El Tigre de los Llanos que narraba la vida de Facundo Quiroga, El Doctor Cureta, El Loco Chávez y muchísimas más.




Y un párrafo aparte merece, la estrella de las historietas, un gran clásico: el mítico comic de ciencia ficción y aventuras El Eternauta -el viajero del tiempo-, creado por el guionista Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López . 


Desde siempre, el mundo de los comics nos acompaña con su impronta, sus aventuras, sus metáforas, sus enseñanzas y hasta su bajada de línea. De chicos nos apasionaron y encendieron la imaginación y hoy ya forman parte del acervo cultural de todos nosotros.