miércoles, 31 de agosto de 2011

Satisfacción

Gracias María Eugenia Rojas Alegría, preciosa y amable amiga poeta, por vislumbrar poesía en mis palabras. Es tu mirada sensible, que ve belleza en todo a su alrededor!

viernes, 26 de agosto de 2011

Dirty Dancing

Jennifer Grey & Patrick Swayze

Por enésima vez volví a revisar esta comedia romántica de finales de los ochenta. Esta peli toca una fibra que hace que para mí sea inolvidable. Quizás porque la vi en la adolescencia, ese momento de la vida que todo se siente con gran intensidad y las vivencias quedan muy arraigadas, quizás sea el ambiente en que se desenvuelve la historia o tal vez sean los personajes tan reconocibles que permiten identificarse con ellos enseguida. No lo sé, pero dejó una marca emocional en mí y eso es lo que hace que vuelva a verla en el futuro.
La película hace sonreir por la inocencia que irradia pero tiene un encanto irresistible. Transmite aire de libertad y cierta rebeldía con la que los jóvenes pueden identificarse, además las secuencias de baile destilan sensualidad y dan ganas de ponerse a bailar en ese instante.

Amor Romántico, Dupla Angelada

La historia se desarrolla en el verano del '63 en un centro turístico, a donde llega "Baby" (Jennifer Grey), una adolescente de 17 años, con su familia de clase acomodada. Allí conoce a Johnny (Patrick Swayze), un joven profesor de baile que destella gracia varonil; a partir de ese momento se irán enamorando poco a poco. La resistencia de los padres de Baby - que tenían planes más ambiciosos para ella- hará que juntos luchen para vencer la oposición familiar y los prejuicios sociales.
Todo se desarrolla en un clima de ensueño y el mensaje del baile final es la metáfora más gloriosa del triunfo de la idea de que hay que dar paso las nuevas generaciones. Dirty Dancing llega directo al corazón, me da la sensación de que estoy viendo todo a través de una cortina esfumada. Es una belleza inalterable y es tan linda que enamora.

lunes, 22 de agosto de 2011

Una Caricia para el Alma

Ella estuvo ausente unos cuantos días, yo notaba la falta de sus comentarios iluminando este blog con la dulce luz que ella sabe imprimirles. Pero Patricia, esa chica que es humanitaria, idealista y brillante un dia volvió con todo y, literalmente, me desarmó: es que escribió una poesía especialmente para mí y quiero compartirla con ustedes, mis queridos amigos. Ella publicó:

"como un remanso...

faro en las tempestades de mis emociones
luz, cuando oscurezco en lágrimas
norte en los laberintos de mi alma

tus palabras calmas
tus ojos límpidos
tu cálida presencia

siempre
como un remanso....

Dedicado con mucho cariño a Carolina, de quien tengo mucho que aprender!"

Y, aunque son palabras que no merezco, yo morí de amor. A mi querida Patricia, gracias. Gracias porque llenaste mi alma de asombro y emoción. De verdad, no daba crédito a mis ojos! me sentí abrumada y es que nunca imaginé un gesto tan amoroso. Tus palabras conmovieron mi corazón y por eso estas espléndidas rosas son para vos.

sábado, 20 de agosto de 2011

El Gaucho Argentino, Emblema del Ser Nacional


Es el personaje más épico y emblemático de la llanura pampeana que la tradición asocia con la destreza criolla y el trabajo ganadero, Jorge Luis Borges definió al gaucho argentino como el "hijo de algún confín de la llanura / abierta, elemental, secreta".
Frecuentemente su origen nace como fruto del mestizaje entre indio y español pero muchos inmigrantes europeos, negros y mulatos adoptaron también ese estilo de vida.
Hombre de a caballo, en un principio se lo asoció a arreadores de animales, callados, oscuros, silenciosos, sin empleo ni domicilio fijo y era considerado un obstáculo por su desapego a la autoridad.
Poco después del asentamiento español, los gauchos comenzaron a perseguir y cazar el ganado salvaje de la Pampa, pero en el siglo XVIII el terreno pasó a ser propiedad privada, y más tarde, en el siglo XX quedó delimitado en estancias con lo que el gaucho pasó a ser un vaqueano, buen conocedor de las destrezas del campo. Durante las guerras de la Independencia, su extraordinaria habilidad y valentía les valieron el aprecio de la gente y comenzó a entretejerse en torno a ellos una imagen romántica y folclórica.
Este particular hombre de nuestras pampas, se destaca por su habilidad como jinete y en el empleo del lazo, de boleadoras, del facón y por su indumentaria. Asimismo, como parte de su identidad y casi como un rito, el gaucho nunca abandona el hospitalario mate, típica bebida hecha para compartir amistad y valores.


Hoy en día el gaucho es una figura muy reconocida y reivindicada y hasta existe una palabra para describir una acción propia de un gaucho, esa acción inevitable para quien se precie de ser una buena persona, es la "gauchada" y se trata de un favor ocasional prestado con buena voluntad.
Hacia mediados del siglo XIX -cuando la condición tradicional del gaucho como trabajador rural independiente se vio amenazada por la creación de grandes haciendas y la expansión industrial- su imagen solitaria, de hombre rústico y perseguido inspiró mucha literatura gauchesca que incorporó el habla del campo, el dialecto gauchesco.  Hilario Ascasubi, Estanislao del Campo, Leopoldo Lugones, autor de "La Guerra Gaucha", Ricardo Güiraldes y su "Don Segundo Sombra" o Eduardo Gutiérrez y su popular novela "Juan Moreira" son sólo algunos de los grandes escritores que evocaron la vida del gaucho en la pampa pero sin dudas el máximo representante del género fue el poeta José Hernández con su pieza cumbre El Gaucho Martín Fierro, libro de antología considerado obra nacional de la Argentina donde confiere al gaucho su calidad de genuino representante del país, emblema del ser nacional.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Benito Quinquela Martín Brilla en la Marea

Benito Quinquela Martín

"Nací el 1° de Marzo de 1890" -cuenta Quinquela Martín en su libro autobiográfico-.
"En rigor no estoy muy seguro de haber nacido en esa fecha. Mi nacimiento se pierde en la sombra de lo desconocido. Lo único que sé y pude comprobar, es que el 21 de marzo de 1890, un niño de pocas semanas fue depositado en torno de la Casa de los Niños Expósitos". Junto al niño había un papel y escrito con lápiz decía: "Este niño ya fue bautizado y se llama Benito Juan Martín".
Así de humilde fue el origen del afamado Pintor de La Boca, filántropo y protector de las artes. Hoy, una de las figuras más grandes del arte argentino.

Benito, en el Puerto. Hacia 1925

Toda su vida fue apasionante. De ser un niño criado en un asilo, adoptado luego por el carbonero genovés don Juan Chinchella y su esposa doña Juana Molina hasta ser descubierto por Pío Collivadino -figura cumbre de la plástica- llegó a ser muy reconocido. Viajó por Europa, México, Cuba y Estados Unidos exponiendo sus obras, fue agasajado por papas y reyes y cuando regresaba era recibido con desfiles, procesiones y banquetes; además fue un gran benefactor y es por esto que permanece en el alma popular como un artista que honra nuestra cultura.

Amanecer en La Boca

Barco en Astillero

Cuando era un jovencito que no soñaba con llegar a ser famoso, Benito ayudaba a su padre a cargar bolsas de carbón de la modesta carbonería familiar que estaba en la calle Irala, entre Olavarría y Lamadrid, en el corazón mismo de La Boca.

Niebla y Sol

Amanecer con Escarcha

Me maravillan sus cuadros, su técnica, su imaginación y su vida interior. Con gran riqueza de espíritu traspasó los obstáculos iniciales e iluminó con colores su "aldea", la zona del Riachuelo. Hizo de La Boca un lugar más poético, más evocador, emotivo y vibrante. Disfrutar de sus cuadros es internarse en un paisaje del alma, es iniciar una travesía hacia un lugar de armonía, hacia un puerto seguro y hacia olas suaves.

Reflejos de Sol

Don Benito Quinquela Martín fue un hombre extraordinario, evidentemente estuvo fuera de cualquier molde y encontró en la pintura su camino, como si tuviera una misión que realizar. Con su obra intentó hacer del mundo un lugar menos cruel, para que sus vecinos pudieran hallar una existencia más alegre y luminosa.
Las pinturas intensas son su sello de fábrica, movilizan y transmiten emociones. B.Q.M. sabía perfectamente que sin una cuota de belleza y poesía la vida sólo se convierte en una agobiante rutina.

Niebla Azul

Atardecer Brillante

Lamentablemente, su maestría se apagó en 1977, pero yo lo recuerdo como el hombre que se atrevió a la imaginación. Sus cuadros, murales y grandes pinturas decorativas se pueden disfrutar en el museo dedicado a su obra, como no podía ser de otra manera, ubicado en su amado barrio de La Boca, del que alguna vez dijo: "Cuanto hice y cuanto conseguí, a mi barrio se lo debo. De ahí el impulso irrefrenable que inspiró mis fundaciones, todas ellas afincadas en La Boca. Por eso mis donaciones no las considero tales, sino como devoluciones. Le devolví a mi barrio buena parte de lo que él me hizo ganar con mi arte. Los dos los siento como fundidos dentro y fuera de mí mismo".

Día de Trabajo en La Boca


Pleno Sol

Pintor, grabador y muralista, el ángel custodio de La Boca que decía "a los artistas les falta un tornillo", con gran bonhomía y sin tomarse muy en serio ante tanto suceso, transformó al barrio y disipó para siempre la niebla y el humo del Riachuelo.

lunes, 15 de agosto de 2011

Colorido y Vibrante Barrio de La Boca

Bienvenidos a La Boca

Tradicional, pintoresco y colorido, así es el querido barrio de La Boca.
Emplazado en el límite sudeste de la ciudad, debe su nombre a que se ubica en la desembocadura del Riachuelo en el Río de la Plata.

Ubicación del Barrio de La Boca

La historia cuenta que aquí fue el lugar donde Don Pedro de Mendoza realizó la primera fundación de Buenos Aires en 1536. Se usó como puerto durante mucho tiempo, pero su poca profundidad no permitía navíos de gran calado y por eso, tras la propuesta de Eduardo Madero, el puerto se trasladó luego más al norte; pero La Boca creció alrededor de este primer puerto natural de Buenos Aires. Aquí se asentaron grandes contingentes de inmigrantes, en su mayoría italianos genoveses, que hablaban el dialecto xeneixe, y le dieron al barrio su particular fisonomía. Desde el siglo XIX, fue prosperando la actividad portuaria. En ambas márgenes del Riachuelo se instalaron talleres metalúrgicos, astilleros, frigoríficos y establecimientos navales. La Boca era un barrio esencialmente obrero, sus habitantes vivían en precarias viviendas construidas de madera y chapas de cinc. Por ser un terreno bajo y anegadizo, edificaban sus casas sobre pilotes de madera de quebracho y las pintaban con el sobrante que les quedaba después de pintar las embarcaciones. De ahí que las viviendas presentaran distintos colores en sus frentes; luego se mantuvieron así algunas fachadas para que el barrio no perdiera su original apariencia.

Casa Típica del Barrio

Un curioso episodio ocurrió en el año 1882. Tras un conflicto laboral, un grupo de jóvenes declaró república independiente al barrio de La Boca, pero el entonces presidente Julio A. Roca acudió al lugar y los hizo desistir de la idea.

Escudo de La Boca

De aquí salió además el primer diputado socialista de América: Alfredo Palacios, quien fue postulado por un grupo de ciudadanos del barrio y ganó las elecciones legislativas de 1904. De vibrante vida cultural, este barrio es bullanguero, exhuberante e intenso pero a la vez, melancólico. Es que forjó su identidad con sacrificados inmigrantes que llegaban a "hacer la América" y hoy logra subyugar al viajero por la gran fusión y profusión de lazos de historia y sangre. En un momento tuvo más habitantes italianos que nativos y sus costumbres quedaron plasmadas en sus calles. Barrio de antiguas leyendas y espíritu marino, actualmente es centro de una rica actividad artística. Pródigo en arte popular, su hijo dilecto es Benito Quinquela Martín. Pintor, benefactor y vecino ilustre, es el artista por excelencia del Riachuelo y tiene su propio museo.

Don Benito Quinquela Martín en su Atelier

La famosa Calle Caminito es una calle peatonal que funciona como museo al aire libre. Originalmente era un desvío del Ferrocarril General Roca, de un ramal que recorría el trayecto que iba desde Casa Amarilla hasta el puerto y que dejó de funcionar en 1954. Un grupo de vecinos, de los que formaba parte Quinquela Martín, propuso ponerle el nombre Caminito, en homenaje a Juan de Dios Filiberto, autor de la música del tango homónimo. Durante algún tiempo se representaron en ella obras de teatro usando como escenografía las fachadas de las casas.

El Farolito de Caminito

Gardel, Evita y Maradona nos saludan desde un Balcón

Tango en Caminito

"Un buen día se me ocurrió convertir ese potrero en una calle alegre. Logré que fueran pintadas con colores todas las casas de material o de madera y cinc que lindan por sus fondos con ese estrecho caminito (...) Y el viejo potrero, fue una alegre y hermosa calle, con el nombre de la hermosa canción y en ella se instaló un verdadero Museo de Arte, en el que se pueden admirar las obras de afamados artistas, donadas por sus autores generosamente".
Benito Quinquela Martín.

Y si de sitios emblemáticos hablamos, definitivamente los laureles se los lleva el Estadio del Club Boca Juniors. Su nombre oficial es "Alberto José Armando" en honor a un prestigioso presidente del club pero es conocido popularmente como La Bombonera, debido a la forma en la que se disponen las bandejas de sus tribunas. Sus colores, azul y oro, se eligieron después de días de apasionadas discusiones cuando finalmente decidieron que serían tomados de la bandera de un buque sueco que por esos días estaba amarrado en las aguas del Riachuelo. El popular club fundado en 1905, se forjó fama de inexpugnable entre 1945 y 1947 por los 37 partidos seguidos en los que Boca se mantuvo invicto en esta cancha.

Grandes Festejos en La Bombonera

Caen las últimas luces de la tarde y la "República de La Boca" se llena de contrastes, con su atmósfera de puerto de sueños la veo como en realidad es, una vivaz "repubblica" de magnífico patrimonio cultural y absolutamente adorable.

domingo, 7 de agosto de 2011

San Cayetano, Padre de la Divina Providencia

San Cayetano de Thiene

Aunque no ocurre lo mismo en su país natal, el Santo del Pan y el Trabajo goza de gran atracción mística en este lugar del mundo debido a un milagro que se le atribuye. La tradición narra que a fines del siglo XIX, en la zona de Liniers -que en ese entonces era campo- se sufría una gran sequía, todo se estaba ya por perder. Un campesino entró a la pequeña capilla que existía en el lugar y le rezó al santo para que llueva; al retirarse dejó una espiga de trigo a los pies de la imagen. Tres días después, llovió y cuando el hombre regresó a su campo, se encontró con un abundante y maduro trigal.
Desde entonces su imagen quedó para siempre asociada a una espiga de trigo y su fama de infalible no paró de crecer. Miles de peregrinos llegan todos los años al santuario para pedir y agradecer; verdadero fenómeno devocional, cada 7 de Agosto se realizan interminables procesiones en la Iglesia consagrada al culto de San Cayetano en el barrio de Liniers, en Buenos Aires.

Padre de la Providencia

Su biografía cuenta que el Santo del Pueblo vino al mundo alrededor del año 1480, en Vicenza, por aquel entonces perteneciente a la República de Venecia. Su verdadero nombre era Gaetano de Thiene. Hijo de condes muy renombrados, eran dueños de castillos y feudos. Por lo que Cayetano tuvo una infancia y juventud muy acomodadas, sin embargo su madre siempre se preocupó por inculcarle piedad por los menos afortunados y le hablaba de reprimir la vanidad por los honores que él recibía.
Siguiendo la tradición familiar, estudió Abogacía aunque después de unos años pasados entre pleitos y leyes, notó que aquella no era su vocación. Su verdadera pasión eran los pobres, por eso decidió estudiar Teología y ordenarse sacerdote, dijo: "Veo a Cristo pobre y a mí rico. A Cristo despreciado y a mí honrado. Así no puedo seguir. Yo quiero parecerme a él y para eso tengo que dar un paso más". Y lo dio. Se desprendió de todos sus bienes y se dedicó para siempre a asistir a los más humildes.
Entre otras muchas actividades, en 1524 fundó en Roma, junto a Paulo IV, la Orden de los Teatinos y desempeñó un rol importantísimo en la auténtica reforma católica.
Fue contemporáneo de Lutero -quien se había declarado en guerra contra la Iglesia de Roma- y muchos querían seguir su ejemplo, atacando y criticando a los jefes de la Iglesia Católica, pero San Cayetano les contestó que "lo primero que hay que hacer para reformar a la Iglesia es reformarse uno a sí mismo".
Desgastado por tanto trabajar, en su última enfermedad el médico aconsejó que lo acostaran en un colchón de lana y él pidió "por favor, mi Salvador murió sobre una tosca cruz. Permítanme a mí, que soy un pobre pecador, morir sobre unas tablas". Así se hizo y en medio de un ambiente de gran humildad, falleció el 7 de agosto de 1547 en Nápoles, a la edad de 67 años. Fue canonizado en 1671.

lunes, 1 de agosto de 2011

Oscar Wilde. Genial, Bohemio y Extravagante

Oscar Wilde

El 16 de octubre de 1854 vino al mundo Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde, en Dublín, Irlanda. Escritor intelectualmente brillante, su genio le proporciona un puesto de relevancia entre los clásicos de la literatura.
Desde muy pequeño Wilde se sentía cautivado por su madre, una peculiar dama de la que el escritor heredó muchos de sus hábitos y actitudes. Lady Jane Wilde era enormemente aficionada a la lectura, escribió incluso sus propios textos con el seudónimo de Speranza y reunía en su casa a un bohemio círculo de intelectuales. Oscar la admiraba tanto que adoptó su extravagancia, a su vez Lady Jane tenía una enorme confianza en las posibilidades intelectuales de Oscar.
La formación del escritor se realizó en prestigiosos colegios y muchas de sus vacaciones escolares transcurrieron en Francia. En esta época de estudiante comenzó a escribir sus primeros poemas, y se destaca su extenso Ravenna. En 1881 publicará una nueva colección, Poems.
El absoluto amor por la belleza de Wilde condicionó su vida y su escritura. Su extravagante forma de vestir, la recargada decoración de su habitación en el college, a base de alfombras, girasoles y exquisitas porcelanas, su forma de hablar comenzó a sobresalir en los salones ingleses y en los círculos intelectuales del momento, deslumbrando con su ingenio y su dandismo. Pero esa particularidad también lo hizo blanco de ridiculizaciones.
Durante su vida universitaria viajó por Italia y Grecia. Luego partió a Nueva York donde estrenó su primera obra teatral, Vera o los Nihilistas, que no obtuvo ningún éxito. Tampoco lo logrará con La Duquesa de Padua, un drama que presenta algunos fallos estructurales.
Tras una corta estancia en París, se instala nuevamente en Londres donde impartirá conferencias diversas. Conoce a Constance Mary Lloyd, se compromete y se casan. Este período de su vida es posiblemente el más ordenado y convencional de su existencia. Se dedicó a trabajar con esmero como periodista en una revista femenina y es por estos años que comienza a escribir algunas de sus principales obras (El Fantasma de Canterville, El Crimen de Lord Arthur Saville...).

El Fantasma de Canterville

No obstante, la placidez matrimonial comienza a cansar al escritor.
En 1886 conoció a Robert Ross, de quien parece fue su amante durante un tiempo -después sería uno de sus mejores amigos-, y a quien Wilde pudo recurrir en los amargos tiempos que le quedaban por vivir.
En 1888 se publicaron los deliciosos cuentos de El Príncipe Feliz.

El Príncipe Feliz

En 1891 se publica su gran novela El Retrato de Dorian Gray, sobre un individuo hedonista, de espléndida belleza, que logra retener su juventud mientras su retrato acusa los signos de la decadencia física. Al destruir el cuadro, espantado por la imagen que le devolvía de sí mismo, el protagonista muere, y en su cuerpo quedan las deformidades de la edad, mientras toda la belleza de la juventud retorna al lienzo.

El Retrato de Dorian Gray

La brillante carrera de Wilde experimenta un alza notable tras este prodigioso año 1891, a la vez que crece imparablemente su prestigio social. Es aclamado en los foros intelectuales, es invitado a los más elegantes salones de la sociedad londinense y a las mejores fiestas. Aunque también era muy burlado y odiado por otros. Al abrigo de este reconocimiento social y cultural se estrena en 1892, El Abanico de Lady Windermere. La obra cautivó tanto al público, que hizo salir al autor al escenario. Allí Wilde dio muestras una vez más, de su ironía y su provocador egocentrismo: "Celebro mucho que les haya gustado mi obra y los felicito por su buen gusto", les dijo.

El Abanico de Lady Windermere

Luego se impuso en la escena con una serie de comedias humorísticas, desbordantes de ingenio como Una Mujer sin Importancia, Un Marido Ideal y La Importancia de Llamarse Ernesto. En todas ellas Oscar mostraba un talento innato para el teatro.

La Importancia de Llamarse Ernesto

Pero un tono completamente distinto tiene su siguiente obra dramática, Salomé. Escrita en francés, una lengua que por entonces poseía el máximo prestigio literario, es una de las mejores obras de Wilde; ambigua, poética, transgresora, sensual y turbadora pero las autoridades censuraron la representación por la presencia de personajes bíblicos en una obra tan atrevida. Recién se pudo estrenar en 1896 estando ya Wilde encarcelado.

Salomé

Sin saberlo, Oscar en 1891, había iniciado un peligroso camino que lo conduciría al horror de la prisión y la humillación pública, cuando había conocido a lord Alfred Douglas, un joven de unos veinte años, rubio, delicado -al parecer extremadamente hermoso-, y, por supuesto, sensible y poeta.
Dicen los biógrafos de Wilde que el escritor quedó inmediatamente prendado del bello lord. En su momento de gloria, el marqués de Queensberry, indignado por la relación de su hijo Alfred Douglas con Wilde, acusó a éste de sodomía por lo que fue condenado a dos años de trabajos forzados.
En prisión escribió una carta en verso dirigida a Douglas que se publicó en 1905 con el título De Profundis.


Al terminar su condena acudió al encuentro de Alfred "Bosie" Douglas para reanudar su relación amorosa pero ésta ya estaba demasiado dañada para prolongarse.
La familia de Wilde cambió su apellido, huyendo del escándalo.
El escritor perdió la tutela de sus hijos y se vio obligado a aceptar una modesta pensión que su esposa le proporcionaría a cambio de olvidar su relación con Douglas.
En los últimos años de su vida, retirado en Francia, con una identidad falsa -Sebastian Melmoth-, Wilde escribió la hermosa Balada de la Cárcel de Reading donde recuerda con amargura la dureza del tiempo pasado en prisión.


Rota toda relación con su familia y con su amante, fallece también su esposa. Con dinero de algunos amigos viaja a Italia a visitar la tumba de Constance. De regreso en París, sufre una dolorosa otitis que se agrava paulatinamente y termina degenerando en un proceso cancerígeno. Además bebe sin cesar. Todo eso, más la complicación de la enfermedad con una antigua sífilis, le provoca una terrible agonía, que termina el 30 de noviembre de 1900 en la habitación de un hotel parisino.