Yo También Fui una "Dancing Queen"

El viernes fui a un karaoke. Resulta que estaba yo ahí tomando algo, lo más pancha, observando a la gente que cantaba con cierto pudor -como temiendo al qué dirán- cuando de la enorme pantalla irrumpe el inolvidable tema "Dancing Queen". Para qué! se le saltó la chaveta a varias "chicas" de más o menos mi edad que estaban ahí; se armó un revuelo bárbaro y cuatro de ellas saltaron al escenario (no yo, eh) y empezaron a cantar a los gritos y apasionadamente. Me dio risa, pero luego me di cuenta que fue comprensible su reacción. El tema es irresistiblemente encantador, y las emociones no envejecen, por suerte.

Es sorprendente cómo una vieja canción de la infancia puede movilizar los mecanismos de la memoria, la emoción y la nostalgia de los años iniciáticos. Comprobé que somos varias las que recordamos esta canción que marcó una época y aún hoy es popular. Sucede que la letra describe a la perfección un instante de infancia y juventud, retrotrayéndonos a los albores de nuestra vida cuando todo era novedad y entusiasmo efervescente. Recuerdo que cuando teníamos 15 años con mis amigas todo nos resultaba gracioso y nuestra mayor preocupación era pensar con qué look ibamos a ir a bailar el sábado a la noche. Eso no se olvida.

ABBA era un grupo sueco que hacía una música dulce, para nenas y adolescentes y este tema es el más épico de la música disco; además Frida y Agnetha emanaban el encanto principesco propio de su tierra de fábulas. A propósito, ésta era la banda preferida de la Princesa Diana. Y tiene sentido, nadie podía quedar indiferente ante el encanto de estas hermosas chicas vikingas que conquistaron al mundo con su innato toque de distinción.