Los lazos de dependencia terminaron por ser un corset cada vez más estrecho para los nacidos en América. La mecha se encendió en Norteamérica, donde los colonos habían derramado su sangre defendiendo sus derechos contra los franceses y sus aliados indígenas. Por eso, las unilaterales medidas de Jorge III los condujeron a la guerra abierta en nombre de la libertad. Su ejemplo -un puñado de colonos harapientos y mal equipados capaces de vencer a la todopoderosa y aristocrática Gran Bretaña y de crear un nuevo país- cundió en la América de los Borbones españoles. Allí, la irrupción de la Revolución Francesa y Napoleón quebraron el sueño eterno del absolutismo hispano y reafirmaron los profundos cambios anunciados ya en Norteamérica.
Ante este esperanzador panorama, muchos americanos creyeron que era el momento, y emprendieron la revolución reclamando libertad y autogobierno.
La lucha por la independencia se inicia en 1810, tanto en las provincias del Plata como en las del virreinato de Nueva Granada -hoy, Colombia- y se completa el 9 de diciembre de 1824 con la victoria patriota en Ayacucho (Perú).
El triunfo de los patriotas sobre los realistas fue acaudillado por José de San Martín y Simón Bolívar.
San Martín, que era un militar fogueado en la guerra contra Napoleón, se une a la causa en 1812 y vence a los realistas en San Lorenzo (febrero de 1813).
En 1817, cruza los Andes con 5.423 hombres. Casi todas las batallas por la independencia americana se libraron en llanuras (valles o sabanas) por la facilidad de maniobra militar. Sin embargo, para acceder a ellas, las tropas debían cruzar peligrosos riscos y heladas montañas. De ahí que Bolívar y San Martín dijeran que el paso de los Andes, columna de América, había sido su más duro combate.
El 12 de febrero de 1817, San Martín y O' Higgins vencen en Chacabuco. Luego, San Martín libera Chile con la victoria en Maipú en abril de 1818 y embarca sus tropas rumbo a Perú en 1821. El 12 de julio, entra en Lima y dieciseis días más tarde proclama la independencia de Perú. Además de estas enormes hazañas apoya a Sucre en Ecuador. En julio de 1822, se reune con Bolívar en Guayaquil. Luego, se retira de la guerra.
Libertador General Don José de San Martín |
Por otra parte, Simón Bolívar arribó a Venezuela en 1807 y a las órdenes de Miranda, su compatriota, comenzó a luchar en 1811. En febrero de 1813 vence en Cúcuta y corona su "Campaña Admirable" entrando en Caracas el 6 de agosto.
Bolívar, tenaz tras una larga serie de reveses y exilios, cruza los Andes y triunfa en la batalla de Boyacá en agosto de 1819. Aclamado, hace su entrada triunfal en Bogotá.
Entre 1820 y 1821 se suceden las victorias patriotas. Rodeado de gloria libera Venezuela tras triunfar en Carabobo (junio de 1821) y se impone a los realistas en Ecuador (1822).
Su apoteosis se produce con el triunfo de Junín en agosto de 1824 y Sucre culmina la liberación de Perú. La causa patriota ha vencido.
Las victorias del venezolano Simón Bolívar propiciaron la independencia de las actuales repúblicas de Colombia, Ecuador, Panamá, Venezuela y Perú.
Libertador Simón Bolívar |
El proceso emancipador de México siguió un curso muy singular: Miguel Hidalgo y José María Morelos, cercanos a los campesinos y los indígenas, reivindicaron la justicia social; Agustín de Iturbide, miembro del ejército, se proclamó emperador.
El Imperio de México independiente comprendía toda Centroamérica, desde Oregón y el río Colorado hasta Panamá.
Emperador Agustín I de México |
En 1824, luego del destierro de Iturbide, las Provincias Unidas de Centroamérica se escindieron de México, y Estados Unidos comenzó a presionar por la independencia de Nuevo México, Texas y California, convertidos finalmente en estados de la Unión.