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Charles Dickens en su estudio |
El escritor inglés nació el 7 de febrero de 1812 en Landport, Portsmouth. Su padre era un empleado de pagaduría de la Armada con cierta vocación errante y poco olfato para las finanzas y, aunque era un hijo de la clase media, el padre se pasó la vida de deuda en deuda y toda su familia padeció prisión en 1824 justamente por eso: por no pagar sus deudas. Todos excepto Charles, que a sus doce años ya estaba trabajando en una fábrica etiquetando tarros de betún.
La enorme miseria de estos años dejó una honda huella en su personalidad de escritor y eso se reflejará posteriormente en alguna de sus obras más conocidas como David Copperfield y Oliver Twist, novelas enormes y serias que relatan las vidas tremendas que llevaban los chicos proletarios en la Inglaterra victoriana.
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Casi
autobiográfica, David Copperfield |
Durante 1824 y 1827 Charles asistió a una escuela en Londres, pero su formación es básicamente autodidacta. A los quince años encontró un empleo como pasante en el despacho de un abogado, y por las noches estudiaba taquigrafía, en la búsqueda afanosa por lograr una posición más estable que lograra alejarlo de la precariedad que sufrió en su infancia. Esta experiencia le resultó útil para trabajar como reportero taquígrafo en los debates parlamentarios y posteriormente en un periódico.
Por esta misma época inició una relación sentimental con María Beadnell, hija de un banquero, pero su amor siempre permaneció en penumbras porque la familia de ella censuraba la relación. Dickens no era un partido digno para su hija pero la relación continuó de manera epistolar aún cuando ambos ya estaban casados. Veintitres años después, Dickens y María se reencontraron pero fue tal la decepción de Charles al ver a la que otrora fuera su gran amor de juventud que lo inspiró para componer el despiadado personaje de Flora, en La pequeña Dorrit.
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Sátira sobre la incompetencia y la hipocresía
de la sociedad victoriana |
Pero, al margen de esta decepción, el año 1833 trajo los primeros éxitos profesionales a Dickens. Adoptó el seudónimo de "Boz" y comenzó a escribir breves crónicas sobre el viejo Londres con agudo espíritu crítico. En 1836 publicó la primera serie de historietas bajo el título de Sketches by Boz y ese mismo año fue contratado para acompañar con textos breves las ilustraciones de un famoso artista, Robert Seymour, sobre el mundo del deporte. Al poco tiempo, el dibujante se suicidó, pero se decide continuar con el proyecto. Dickens debe hacer una recreación festiva del deporte: a través de dos personajes, Pickwick y su criado Sam Weller, logró un inesperado interés del público por la novela, que se publicó por entregas mensuales. El éxito de ventas logrado pone a Dickens en un lugar privilegiado y su popularidad es incuestionable: es el admirado autor de Los Papeles Póstumos del Club Pickwick.
Ese mismo año gracias a la incipiente prosperidad contrajo matrimonio con Catherine Hogarth. El sistema de publicación mensual que se había puesto en marcha con Pickwick supuso una gran innovación en el comercio del libro, y pronto fue adoptado por otras editoriales. El abaratamiento de los costos incrementó el número de lectores, la clase media accedió mayoritariamente a la lectura y este hecho hizo aumentar la popularidad de los escritores. Dickens, con su enorme caudal de energía, comenzó a escribir novelas de creciente complejidad. En 1837 empezaron a publicarse por entregas Las Aventuras de Oliver Twist, hasta 1839 donde dibuja una sociedad falta de amor y la monstruosidad del crimen como enfermedad violenta del hombre.
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Pequeño huérfano, Oliver Twist |
El año 1838 trae el inicio de Las Aventuras de Nicholas Nickleby, sátira social acerca de la mala educación y la explotación de la infancia (sin duda, con ecos autobiográficos). Las entregas de Almacén de Antigüedades comenzaron en 1840; el personaje de la pequeña Nell -trasunto literario de Mary Hogarth, su cuñada, a la que Dickens adoraba y vio morir en 1837- causó una profunda conmoción en el público de la época por su patetismo. Barnaby Rudge (1841) es una novela histórica, algo más rutinaria. Por estos años, Charles Dickens era ya un reconocido escritor y su éxito económico, un hecho.
En 1842 embarca rumbo a Canadá y Estados Unidos para impartir una serie de conferencias y seminarios sobre los derechos de autor, en contra de la rapiña editorial que tanto afectaba a su obra y, sobre su firme apoyo a la abolición de la esclavitud.
Las Notas Americanas que publicó en este año irritaron al público americano (por ejemplo, Dickens manifestaba abiertamente su desagrado ante la costumbre americana de mascar tabaco y escupirlo). La aparición de Martin Chuzzlewit que presenta un no muy favorable retrato de la sociedad norteamericana, no mejoró la impresión del público.
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Brillante, Nicholas Nickleby |
Pero por fin en diciembre de 1843 se publicó la novela que cautivó e inspiró a millones de personas en todo el mundo: Canción de Navidad, el primero de los libros de temática navideña; la mezcla de sentimentalismo con crítica social y elementos sobrenaturales resultó ser una fórmula de enorme aceptación popular que produjo también cambios en el alma misma del autor. Dickens escribió sobre la clase de Navidad que él amaba: alegres fiestas familiares, con ramos de muérdago colgados de los techos, animados villancicos, juegos, danzas y regalos; deliciosos guisos de ganso asado, budín de ciruela y pancitos recién salidos del horno, todo eso disfrutado frente a un enorme leño encendido; en fin, el júbilo de la temporada que tanto quería cautivó su corazón y su alma. Canción de Navidad se tornó una labor amorosa.
Cada vez que mojaba la pluma de ave en el tintero, los personajes parecían cobrar vida mágicamente: el pequeño Tim con sus muletas; el viejo Scrooge encogido de miedo ante los fantasmas o Bob Cratchit, exultante de alegría navideña aún en medio de la pobreza.
Cada mañana, Dickens despertaba más entusiasmado y ansioso de empezar su trabajo del día. "Estaba muy emocionado con el librito, me resistía a dejar de escribir, aunque fuera un momento". Dickens mismo se ocupó del diseño del libro y por fin el 2 de diciembre, el novelista dio por concluida su obra y envió el manuscrito a los impresores. El 17 de diciembre recibió encantado sus ejemplares de autor. Jamás dudó de que Canción de Navidad gozaría de gran popularidad pero ni él ni su editor previeron la abrumadora respuesta del público lector, el cálido mensaje del librito se difundió sin parar. "En cada entrega del correo recibía toda clase de mensajes de personas desconocidas; toda clase de cartas en las que hablaban de sus hogares y de sus chimeneas; de cómo la obra era leída ahí en voz alta y de que Canción de Navidad se conservaba en un lugar de honor, en una pequeña repisa".
Refiriéndose a esta obra, el novelista William Makepeace Thackeray opinó: "La considero un beneficio para la nación, y una gentileza personal para cada hombre o mujer que la lea".
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En una fría noche de Navidad en Londres... |
Si bien Dickens escribió después muchos libros y obras de teatro que tuvieron buen recibimiento del público -entre ellos, Tiempos Difíciles, Historia de Dos Ciudades, Grandes Esperanzas, y David Copperfield, emotiva novela gran contenido autobiográfico-, jamás ninguno igualaría la complacencia que obtuvo con la universalmente apreciada Canción de Navidad.
Cuando murió, en 1870, se preguntaban los niños de Londres "¿Murió Dickens? entonces, ¿Papá Noel morirá también?".
En gran medida, Dickens popularizó muchas de las costumbres navideñas que hoy celebramos. Las concurridas reuniones familiares, el intercambio de regalitos, las comidas, las bebidas, la alegría de la temporada y hasta la frase "¡Feliz Navidad!" se popularizaron gracias a esta obra.