Por Rutas Celestes están llegando Melchor, Gaspar y Baltasar

Hay una escena guardada en mi memoria que hoy tiene algo de mágico.

Hace mucho calor, está anocheciendo, las luciérnagas brillan a mi alrededor, estoy sentada en el jardín de casa mirando el cielo a ver si diviso algo. Mamá, que se ve adivinaba mi pensamiento, me dice: "¿Pusiste los zapatitos, preparaste el agua y el pasto? ¿están bien lavadas las ciruelas? ¡mirá que ya llegan los Reyes Magos!". Para mí son momentos y palabras muy entrañables que se empecinan en obligarme a la evocación; y me gusta abrir el arcón de los recuerdos en estas fechas porque siento que allí sigue brillando una época en que se respetaban más los tiempos y se vivía con más intensidad los valores que trajo Jesús.

Creo que en ese tiempo el armado del pesebre tenía algo de sagrado. El Niño Dios había nacido, estaban María, José, los pastorcitos, las ovejas, el asno y el buey; sólo faltaban los Reyes Magos que llegarían de muy lejos cansados pero felices, trayendo sus regalos dos semanas después. Entonces, bajo la atenta mirada de mamá y como en una ceremonia, cada día movilizaba lentamente a los Reyes del Oriente. El 6 de enero, guiados por la Estrella de Belén, llegarían al pesebre de Jesús para ofrecerle incienso, oro y mirra; y esa era una jornada intensa de emociones porque también se desarmaba el arbolito: volvería a la caja hasta el 8 de diciembre.

Pero afortunadamente la rueda de las ilusiones sigue girando; esta noche llegarán los queridos Reyes Magos para traer alegría al corazón de los chicos y seguirán formando parte de un relato bellísimo de pura, profunda y milenaria esencia cristiana.

Con una brisa tibia volverán hoy Melchor, Gaspar y Baltasar. Los queridos Reyes llegan para alegrar a los niños desde el fondo de la Fe, cumpliendo su bíblica misión. Esta noche les pediré a estos seres luminosos por los dueños de la inocencia absoluta que están abandonados a los peligros de la calle, para que ellos también puedan recibir las cosas bellas y buenas de la vida. Amor, contención y cuidado.

Un momento, estoy escuchando algunos ruidos, ahora vuelvo... voy a espiar... ¡Sí!!! los Reyes Magos ya están llegando, ojalá esta vez traigan mucha luz para el corazón de la Humanidad!