martes, 2 de febrero de 2010

Isidoro Cañones, Rey de la Noche Porteña

Isidoro Cañones

Todos quisiéramos ser él en algún momento de nuestra vida; -"Dejámelo a mí"- decía el siempre exquisito Isidoro Cañones, inolvidable personaje de historieta creado por Dante Quinterno en 1935 y que encarna al playboy porteño por excelencia. Canchero y divertido, una de las razones del éxito del emblemático personaje se debe a que Isidoro tiene una vida llena de tentaciones. Representa una época de oro de la noche de Buenos Aires y recrea al prototipo del hombre de la noche, el típico chanta porteño. Tiene todos los vicios de la vida fácil; es fanático de las carreras de caballos, los autos deportivos, el casino, el poker, el baile y las fiestas nocturnas con sus amigos.


Nadie sintetizó mejor al porteño y al argentino promedio; el gran Quinterno nos presenta a un chanta irresponsable pero increíblemente carismático, un frívolo que justificaba sus infames estafas para obtener guita, chapa y chicas. Sus compañeros carecen de iniciativa sin Isidoro, es un líder natural. Galán atrevido y transnochador, para él trabajar es casi ignominioso.


El díscolo playboy se pasa el día pensando a quien embaucar porque tiene pocos escrúpulos pero sus andanzas fascinan incluso a aquellos que no comulgan con su ética y métodos y logra que muchos quieran vivir la vida como él.
Nuestro protagonista vive en la mansión de su tío, el Coronel Urbano Cañones, quien está muy bien económicamente. El descarriado Isidoro goza de una pensión vitalicia que le otorgó su tío para darse todos los gustos, sus divertidas aventuras son ya inolvidables.


Exceptuando por los eternos sermones del Coronel, se podría decir que la vida de Isidoro es un festejo permanente; el tío lo quiere enderezar a los gritos y lo llama "tunante", "pelafustán", "botarate", en cambio Isidoro se refiere a su tío como "carcamán" u "oxidado". Es evidente que jamás se pondrán de acuerdo ni tendrán ni un sólo punto en común y ahí radica uno de los puntos más desopilantes de la historieta.


Su bebida favorita es el scotch. Vive de noche. Duerme de día. Viste los mejores trajes y ropa de moda y siempre está acompañado por las mejores modelos del momento y famosos del jet set. Su rutilante amiga Cachorra lo acompaña en sus negociados y estafas, Isidoro la conoció en un viaje a Mar del Plata, ciudad en la cual realizaba las mejores fiestas. Cachorra viene a ser la versión femenina de Isidoro pero ante los ojos del Coronel Cañones se muestra como una chica de familia, estudiosa y responsable.


Lo mejor de todo es que Isidoro se mete en líos para ganar dinero fácil u obtener algún beneficio personal pero siempre sale airoso de cualquier problema al final de la aventura. Las divertidísimas aventuras de Isidoro Cañones marcaron la vida de varias generaciones de argentinos quienes veían al siempre joven Rey de la Noche como un ganador nato con las mujeres y a quien todo le salía generalmente bien. Además creo que la identificación con el personaje se debe a que mostraba una Buenos Aires real, identificable y a que -si bien Isidoro era tramposo y algo indolente- también era optimista y, en el fondo, de buen corazón.

jueves, 28 de enero de 2010

Fernando Sendra, un Historietista Genial

Talentoso Sendra

Fernando Sendra es uno de los máximos exponentes del humor gráfico argentino.
El dibujante cada día publica en el interior de la portada del diario "Clarín" un chiste de actualidad y además, en la contratapa del diario con "Yo, Matías" sigue un argumento escrito con mirada de niño, y por si esto fuera poco, el gran humorista también diariamente publica un chiste en el suplemento de Avisos Clasificados donde hace un juego de palabras con ingenioso título y todo.
Sendra cautiva por su inteligencia. Su gran poder de observación, el ingenio, gracia, impronta y talento de este humorista parecen inagotables. Sendra es genial.




miércoles, 27 de enero de 2010

La Magia de una Sonrisa siempre Nos Ilumina

Suaviza los corazones, da esperanza a la humanidad y hasta el sol parece que brilla más! Una sonrisa no cuesta nada y produce mucho, enriquece a quienes la reciben sin empobrecer a quienes la dan.


La magia de la sonrisa es la clave de la felicidad. No dura más que un instante pero su recuerdo es a veces eterno. Nadie es demasiado rico para prescindir de ella, nadie es demasiado pobre para no merecerla.


Su poder es inmenso y enlaza corazones. Da felicidad en el hogar, apoyo en el trabajo y es el símbolo de la amistad. Una sonrisa da reposo al cansado y anima a los deprimidos.


Tu sonrisa puede cambiar una realidad hostil. Además, no puede comprarse, ni prestarse, ni robarse, pues es una cosa que no tiene valor hasta el momento en que se da.


Por eso -si alguna vez te tropiezas con alguien que no sabe dar una sonrisa- sé generoso, dale la tuya, porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como el que no se la puede dar a los demás.