miércoles, 20 de octubre de 2010

Faccia Bruta

Bruno Antonelli Debella fue un delincuente sanguinario y brutal que actuó en los primeros años de la década del '30. Adquirió fama durante la Década Infame y en un primer momento se lo vinculó con los anarquistas expropiadores, pero pronto dejó claro que se trataba de un vulgar delincuente.
Debella era un inmigrante italiano, nacido en Calabria el 16 de abril de 1904 y se hizo famoso en Argentina y Uruguay con el apodo de Faccia Bruta por la franqueza brutal con que admitía sus crímenes, por su cara poceada y por la destreza que tenía en el manejo de armas de fuego.
Su iniciación delictiva nos remite a una leyenda que él mismo declaró:
Todo comenzó cuando un policía llamado Augusto Sciglia matara a una hermana suya en diciembre de 1929, durante la represión de una manifestación anarquista en Italia.
Faccia Bruta juró vengar a la víctima y persiguió al agente hasta encontrarlo en Bélgica, donde lo asesinó a puñaladas el 25 de mayo de 1930. Hasta aquí pareciera ser un hombre que como reacción a un abuso comete un acto irreparable y comienza a vivir fuera de la ley perseguido, pero en realidad Debella ya contaba con antecedentes por adulteración de documentos, lesiones y portación de armas. También estuvo vinculado con reiterados -pero frustrados- atentados contra Benito Mussolini.
El 27 de septiembre de 1930, Debella se embarcó a Marsella con rumbo a Montevideo previo haber asesinado al cónsul italiano en Francia porque le negó el pasaporte. Debella declaró: "Le pegué un tiro por idiota".
En la capital de Uruguay Debella no tardó en hacer relaciones ya que era muy locuaz y eso hizo que se franqueara amistades entre los anarquistas que recurrían a actos delictivos con finalidades políticas. Pero en realidad Debella no era un idealista y no le interesaba la lucha política, él solo buscaba su propio bienestar material sin reparar en los medios para conseguirlo.
A pesar de que ya los grupos de anarco-bandidismo se encontraban en franco retroceso, en ese momento se produjeron golpes importantes y muy violentos. En el primero que incursionó Debella en América fue en el asalto al pagador del Frigorífico Nacional de Uruguay, en Montevideo, el 9 de noviembre de 1931. En el camión viajaban el chofer, el pagador y un guardia. Los ladrones, que eran cuatro, robaron un taxi y cuando vieron aparecer al camión directamente abrieron fuego sin mediar advertencias. El único ileso fue el pagador, al que despojaron de 10.500 pesos.
El desprecio de los anarquistas por los representantes de la ley era correspondido por el odio de algunos jefes policiales hacia los "libertarios". Y en el Uruguay de los años '30 el símbolo de la mano dura era el comisario Luis Pardeiro. Este comisario cobró fama por su método para lograr las confesiones: la tortura. Varios le juraron venganza pero no lo querían eliminar en las sombras porque era hacerle "cobrar fama". Y el 24 de junio de 1932, en un paso a nivel en un despliegue espectacular fue atacado a balazos por Debella. Se hizo una investigación malísima y pagaron por el asesinato tres anarquistas que nada tenían que ver con este hecho debiendo pasar entre 22 y 30 años en prisión.
Más tarde, ya en Argentina, Debella confesó el crimen pero curiosamente nadie pidió la extradición. Hacia el 21 de mayo de 1932 Faccia Brutta asaltó a Guillermo Bellero pagador de la Unión de Abastecedores de la Capital. El hecho ocurrió en el barrio de Flores, lugar que estaba lleno de gente pero "Facha Bruta" tenía tanta fe en su destreza con las armas que no reparó en ese detalle.
El 18 de agosto de 1932 asaltó a dos empleados del Banco de Crédito Provincial en La Plata cuando llevaban 32 mil pesos a una sucursal del Banco Nación que quedaba a dos cuadras. Junto a sus dos compinches, Faccia Bruta abrió fuego y los mató pero como todavía no era conocido por la policía, se acusó a otro famoso criminal de la época.
Luego, empezó a planear el audaz robo al Banco de Londres y América del Sur. El mediodía del 3 de enero de 1933 entran al banco en un despliegue cinematográfico. Debella tomó al tesorero de la ropa y sin dejar de amenazarlo con hacerle volar los sesos, saltó el mostrador y lo obligó a abrir el tesoro del banco. El tesorero, perplejo por la situación tan violenta, no atinó a nada y esa vacilación fue lo que hizo que el robo no se concretara ya que en esos segundos fueron advertidos dos policías, se armó un tiroteo y en el medio quedó un canillita de 15 años herido. Escaparon en un auto robado, pero chocaron y con gran aplomo subieron a un colectivo y se confundieron con el pasaje. Sólo se quedaron con cuatro mil pesos de este hecho.
Mientras, crecía el acorralamiento a los anarquistas y por primera vez la policía argentina solicitó la captura de Bruno Antonelli Debella.
Buenos Aires se había vuelto peligrosa para los anarco-delincuentes y a principios de 1933 se detectó que Debella y sus secuaces se reunían en un chalet de San Antonio de Padua, después los localizó en una casa de Ramos Mejía. Finalmente decidieron escapar hacia el interior del país.
Faccia Bruta decide abrirse de sus compañeros y éstos tampoco querían seguir con él porque queria dominar a todos y "les disgustaba su comportamiento sanguinario". En Rosario, siguió siendo perseguido y participó en una serie de asaltos que no le redituaron mucho en lo económico. Los botines eran insignificantes porque robaba a almaceneros y a pequeños comerciantes. El 8 de mayo de 1933 levantó un poco la puntería robando la administración de ómnibus de la línea M pero recaudaron 250 pesos, un fracaso total. Nada comparado con lo que obtenían en Buenos Aires. Entonces los asaltantes empezaron a pelearse entre sí pero Faccia Bruta se quedó con todo el dinero. El delincuente Nicolás Blanco Fernández, enojado, se abrió y formó una nueva banda pero cuando pudo Faccia Bruta lo mató.
La ciudad de Rosario estaba asolada por la sucesión de los graves episodios delictivos. Se imponía su captura. La policía le tendió un cerco en una casa en los suburbios de Rosario. Debella se entregó sin ofrecer resistencia ya que fue sorprendido mientras se afeitaba. Con él cayó toda la banda y la policía de Buenos Aires aprovechó la ocasión para hacer una redada con los datos aportados por diversos miembros de la banda para detener a militantes de la Juventud Anarquista.
Faccia Bruta cayó detenido y contra lo que se esperaba comenzó a reconocer la autoría de los hechos en que había participado, reconoció diez asesinatos y se ufanaba de la violencia que había ejercido. Debella era considerado muy peligroso porque mataba sin vacilaciones y cuando le preguntaron porqué lo hacía, con sinceridad brutal dijo: "por que es un trabajo fácil" y "para probar la puntería". "Yo nací para ser asaltante y eso es lo que soy" repetía.
Terminó confinado en una cárcel de Rosario de donde siempre trató de escapar y ya tenía cansados a todos los guardias. El 15 de octubre de 1934, al salir al patio de la cárcel Debella fue rodeado por un grupo de presos y mientras varios lo sostenían de los brazos, uno de los condenados lo atacó con una bayoneta mientras los guardias miraban para otro lado. Así terminó sus días este joven criminal que se jactaba de que donde ponía el ojo, ponía la bala.

Fuente: Revista Todo es Historia N° 403, Febrero 2001. "Crímenes y Delitos en la Década del '30".

9 comentarios:

luther blues dijo...

Que "nene" este Debella se llevo a varios con el verso de la anarquia y encima se jactaba de lo lindo ,no me sorprende que haya terminado asi .
Seguramente si estaria en esta epoca hubiese disfrutado del 2x1 jejeje .
Un abrazo blondie y disfruta del sol!
Saludos .

Caro Pé dijo...

Faccia Bruta, tipo que no conocía.Jamás escuché de él.Ni su nombre Bruno Antonelli Debella, tampoco.
En este block se aprende Carotocaya!
SAlutes grandes!

Ira Buscacio dijo...

Carolina,

Que história brutal, como tantas que conhecemos dese os primórdios tempos da nossa civilização.

O ego do homem é um perigo constante.

Bjs

coqui.- dijo...

Te dejoun besoo!!!

me paso y te invito a qe me leass y me sigas!!

besooo

Alejandro dijo...

Comentario frivolo del dia: Parece que Faccia Bruta no tenia facha pero era bruto!

Abuela Ciber dijo...

Digno personaje de pelicula!!!

Cariños

Daniel dijo...

Carolineta: evidentemente este señor no conocía el código de honor de Chuck.

Hay algo en la violencia que nos atrae siempre, a veces como espectadores morbosos, a veces como victimarios y a veces como víctimas.

Besos

Daniel dijo...

Carol: aunque no lo quieras admitir, en el fondo sos toda cuero y tachas!

Hablando en serio (?) yo creo que determinado tipo de violencia tiene un carácter de verdad que la hace hipnótica, como el fuego. Y te lo digo yo, que camino esquivando hormigas.

Besos

Daniel dijo...

Ay Caro, si alguna vez no te contesté es por colgado y te pido perdón.

No se quién es Monica Farro, pero cualquier cosa fusionada con Moria Casan me da miedo!

Lo de caminar esquivando hormigas no es una metáfora: las esquivo para no matarlas. Te lo conté para que veas qué tipo bárbaro que soy!

Un beso