lunes, 21 de febrero de 2011

La Gran Huelga de Inquilinos de 1907

Entre las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX numerosos contingentes de inmigrantes europeos arribaron por barco a las costas de la ciudad de Buenos Aires.
Durante los primeros cinco días en el país, su primera morada era el Hotel de Inmigrantes y luego eran trasladados a sus nuevos destinos, pero la gran mayoría no tenía dónde ir. Entonces eran ubicados en inquilinatos y casas de pensión que tampoco eran suficientes, la ciudad estaba desbordada. A mediados de 1890, en Buenos Aires se apiñaban casi cien mil inmigrantes en 2.249 conventillos y el ritmo no se detenía, los datos dicen que para 1915 eran 5 millones los recién llegados a la ciudad.


Esta situación fue vista como una oportunidad por los propietarios de los palacetes de la zona sur, ya que sus propiedades habían quedado abandonadas cuando se desató la epidemia de fiebre amarilla que habían traído las tropas argentinas cuando volvieron de la Guerra del Paraguay.
Los dueños reformaron las mansiones con la idea de dividirlas y alquilarlas por habitaciones, dando origen a unas precarias viviendas. El ingenio popular las bautizó irónicamente "conventillos" como diminutivo de convento, por la multiplicidad de sus cuartos donde vivían hacinados.


Las precarias piezas eran insalubres, muy frías en invierno y super calurosas en verano, incluso algunas habitaciones eran de madera y chapa. Esta era la única posibilidad de vivienda que tenía la mayoría de los recién llegados y lo que agregaba tensión a la desfavorable situación era el aumento de los alquileres por la inflación y, los salarios que -como siempre- quedaban rezagados.
Este gran malestar dio por resultado una novedosa e histórica huelga de inquilinos en Buenos Aires a la que se sumaron inquilinos de Rosario, La Plata y Bahía Blanca, en el mes de agosto de 1907.
Oradores populares surgían por todas partes arengando e incitando a los inquilinos a no pagar los alquileres y resistir a los desalojos tenazmente. Se verificaban manifestaciones callejeras en todos los barrios. Bajo el lema "Barramos con las escobas las injusticias de este mundo" salieron a las calles a protestar con sus escobas a modo simbólico.


Hubo represión policial y comenzaron a desalojarlos; a los anarquistas y activistas que lograron detener se les aplicó la Ley de Residencia y fueron expulsados del país. El gremio de los carreros se solidarizó con los desalojados y colaboró trasladando a las familias a campamentos organizados por sindicatos anarquistas, donde el gremio gastronómico les preparaba la comida en grandes ollas populares.
La huelga duró tres meses, y sobre el final de la desigual lucha los huelguistas lograron mejorar un poco su hábitat y la rebaja de los alquileres.

10 comentarios:

martinealison dijo...

Bonjour ma chère Carolina,
L'être humain est décidément toujours mauvais... il faut que la misère profite... au lieu de s'entraider...
Cette grève n'a pas du être vécue aussi facilement...
Gros Bisous

Patricia dijo...

qué impactante, desconocía en absoluto esto de la huelga de inquilinos.
pasaje de la historia muy fuerte, tantas familias sin nada por un mundo mejor...lamentablemente, hoy día las cosas no son muy diferentes, cambian los escenarios pero las necesidades siguen sofocando a miles y miles de personas, llevándolas a horizontes y culturas desconocidas!

excelente entrada Carolina.

un abrazo muy fuerte.

Daniel dijo...

Estimada Carolina: qué interesante!

Este país siempre me parece un enigma:
. ¿Había qué viajar desde tan lejos para venir a hacernos una huelga?
. ¿Valió la pena ganar una guerra y traer una peste?
. ¿Los carreros serían los antepasados de los camioneros? ¿Había algún Moyano?

¿No les alcanzaba con que los dejemos venir? ¿Encima querían una vivienda?

En fin, los pobres siempre tan ingratos!

Juancho Farias dijo...

Brillante informe blondie ,no ha cambiado mucho el panorama ,tal ves los actores sean distintos pero el argumento perdura ,una lastima
Un placer volver a leerte amiga
Un abrazo

Alejandro dijo...

Cualquier similitud con el presente no es pura coincidencia. Parece que en estos años no hemos aprendido tanto.

Buen post.

Caro Pé dijo...

Sabía algo del tema, pero me llevo más infomación muy interesante, querida caro.
Salut!beso!

Daniel dijo...

Tu barrio será privado de muchas cosas, pero no de luz.

Chan!

Humberto Dib dijo...

Hola, Carolina, estoy visitando espacios que suelo ver en los blogs de amigos, el tuyo aparece en varios de ellos. Me pareció muy bueno, así que voy a quedarme por aquí como seguidor.
Si tienes ganas, te invitó a pasar por el mío.
Un saludo desde Argentina.
Humberto.

www.humbertodib.blogspot.com

coqui.- dijo...

HoLAAA! ESPERO Q ESTE TODO BIEN. TE ESPERO POR EL BLOG!!
BESO

Unknown dijo...

Hola:
Hemos tomado este tema para hacer una obra de teatro: La marcha de las escobas, justamente contando que casi cien años después no ha cambiado mucho la política habitacional. Los inmigrantes son otros pero los problemas y necesidades son las mismas. La represión también.